El domingo hicimos nuestra primera salida fuera de London.
Como es normal, los dos queríamos ir a la playa, porque nuestros cuerpos no son tontos y saben que les tocaba verano. Así que después de mirar varios sitios en el super Googlemaps, nos decidimos por Eastbourne, al Sur de Inglaterra.Había unas bonitas fotos de un acantilado con un faro y parecía no estar muy poblado.
Nos levantamos tempranito, desayunamos y a por el tren; tardamos una 1:30h mas o menos y solo tuvimos que hacer un cambio. Al llegar ya se respiraba otro ambiente, mas tranquilo y parecía que el día nos acompañaría. Paseamos por el camino central que llevaba hasta la playa y cha ..cha..channnn...allí estaba! tan bonita ella!
El mar es de un color mas verdoso en la orilla, y a mas profundidad vas viendo mas azulito. Hay piedras, nada de arena, así que lo de ponerte a jugar a pelota o revolcarte como una croqueta ni hablar, si no quieres dejarte los huesos. El tema bañarse, algún que otro valiente y no porque el agua este muy fría sino porque el Sol sale poco pobre, tiene mucha faena con vosotros los españolitos y cuando llega aka...pues eso, que poco!!! Así que nos remojamos los pies, buscamos algunas pichinas (bueno piedras porque pichinas pocas) y yo me quite el pantalón intentando sentir un poco mas, el concepto que nosotros tenemos de ir a la playa.
Paseamos por el muelle del poblé y a lo alto de un mirador, descubrimos la foto del acantilado con el faro,genial era cierto! (no las tenia todas de llegar a ver aquella bonita foto del googlemaps). Así que comimos algo y nos aventuramos a ir a la otra punta, para ver el acantilado.
Caminamos por el paseo de la playa, hasta que se acaba y subes para la montañita (yo la llamo montañita pero creo debe tener un nombre mas adecuado). Hay fue cuando ve di cuenta de que lo de subir y ir a ver el acantilado no era tanta aventurilla, ya que había familias que subían con sus hijos.
Conforme empiezas a subir vas dejando las vistas del poblé y hay diferentes caminos que van por el interior o bordeando el mar. Las vistas son preciosas y cuando llegamos al acantilado del faro (es el mas espectacular),aceptas que es merecedor de los 29 pounds que pagamos cada uno, por una billete de tren. Ruben bajo por una camino que bordeaba mas (dicho acantilado) pero a mi no me dio buen rollito y hice un camino alternativo;me jodio un poco no poder hacerlo, porque me entro uno de estos miedos no comprensibles que te tocan la moral, pero mi psicología interna lo acepto, así que yo, a obedecer.
Había alguna que otra crucezita de los que, por poner un pie mas allá del suelo para ver mejor, perdieron la vida, y algunas personas que fotografiaban estas cruces (cada uno disfruta de lo que puede).
Después de ver y disfrutar de esas cosas tan bonitas que la naturaleza nos pone a nuestra disposición, tomamos el camino de regreso, con aire limpio en los pulmones, la mente despejada, un poco de dolor de piernas y muchas fotos en la cámara.
Así que, aquí tenéis algunas para que lo disfrutéis como yo disfruto de la playa, en fotos!
BELEN
Como es normal, los dos queríamos ir a la playa, porque nuestros cuerpos no son tontos y saben que les tocaba verano. Así que después de mirar varios sitios en el super Googlemaps, nos decidimos por Eastbourne, al Sur de Inglaterra.Había unas bonitas fotos de un acantilado con un faro y parecía no estar muy poblado.
Nos levantamos tempranito, desayunamos y a por el tren; tardamos una 1:30h mas o menos y solo tuvimos que hacer un cambio. Al llegar ya se respiraba otro ambiente, mas tranquilo y parecía que el día nos acompañaría. Paseamos por el camino central que llevaba hasta la playa y cha ..cha..channnn...allí estaba! tan bonita ella!
El mar es de un color mas verdoso en la orilla, y a mas profundidad vas viendo mas azulito. Hay piedras, nada de arena, así que lo de ponerte a jugar a pelota o revolcarte como una croqueta ni hablar, si no quieres dejarte los huesos. El tema bañarse, algún que otro valiente y no porque el agua este muy fría sino porque el Sol sale poco pobre, tiene mucha faena con vosotros los españolitos y cuando llega aka...pues eso, que poco!!! Así que nos remojamos los pies, buscamos algunas pichinas (bueno piedras porque pichinas pocas) y yo me quite el pantalón intentando sentir un poco mas, el concepto que nosotros tenemos de ir a la playa.
Paseamos por el muelle del poblé y a lo alto de un mirador, descubrimos la foto del acantilado con el faro,genial era cierto! (no las tenia todas de llegar a ver aquella bonita foto del googlemaps). Así que comimos algo y nos aventuramos a ir a la otra punta, para ver el acantilado.
Caminamos por el paseo de la playa, hasta que se acaba y subes para la montañita (yo la llamo montañita pero creo debe tener un nombre mas adecuado). Hay fue cuando ve di cuenta de que lo de subir y ir a ver el acantilado no era tanta aventurilla, ya que había familias que subían con sus hijos.
Conforme empiezas a subir vas dejando las vistas del poblé y hay diferentes caminos que van por el interior o bordeando el mar. Las vistas son preciosas y cuando llegamos al acantilado del faro (es el mas espectacular),aceptas que es merecedor de los 29 pounds que pagamos cada uno, por una billete de tren. Ruben bajo por una camino que bordeaba mas (dicho acantilado) pero a mi no me dio buen rollito y hice un camino alternativo;me jodio un poco no poder hacerlo, porque me entro uno de estos miedos no comprensibles que te tocan la moral, pero mi psicología interna lo acepto, así que yo, a obedecer.
Había alguna que otra crucezita de los que, por poner un pie mas allá del suelo para ver mejor, perdieron la vida, y algunas personas que fotografiaban estas cruces (cada uno disfruta de lo que puede).
Después de ver y disfrutar de esas cosas tan bonitas que la naturaleza nos pone a nuestra disposición, tomamos el camino de regreso, con aire limpio en los pulmones, la mente despejada, un poco de dolor de piernas y muchas fotos en la cámara.
Así que, aquí tenéis algunas para que lo disfrutéis como yo disfruto de la playa, en fotos!
BELEN
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